Son tantas las palabras que guardo en el alma.
Siento que mi voz va haciéndose poco a poco más silenciosa y tengo miedo de que algún día desaparezca. Siento que soy incapaz de comunicar, de transmitir aquello que siento. Me falta oxígeno, me ahogo y no hay nadie que pueda sacarme del agua, este enorme océano que he creado a mi alrededor y en el que me he perdido nadando. Son tantas palabras que quisiera decir y tantas otras las que querría guardar para mí. Estoy realmente perdida, me cuesta encontrarme a mi misma, cuidarme y respetar mi espacio. Me reboto ante la autoridad para luego querer imponer la mía. Siento que me estoy perdiendo con el tiempo, que mi esencia ha quedado enterrada bajo un montón de falsas apariencias. Duele darse cuenta. Duele que así sea.
Son semanas y semanas sin poder parar, sin ser capaz de plantarme y decir “aquí estoy, aquí me quedo”. Son días y días de querer, como un equilibrista, gestionar mi caótica vida creyendo que con todo podré y que no se me caerá ninguna de mis pelotas. Ya no puedo más, he perdido el equilibrio, me he resbalado y he caído. He intentado cumplir mis objetivos sin darme cuenta de que no podía más y he creído que lo había logrado; inocente persona… Me siento derrotada, frustrada y enfadada conmigo misma. Siento que he tirado por la borda todo el trabajo de un año entero, estoy decepcionada con la Ana que llevo dentro.
Son tantas palabras las que quisiera decir. Son tantos sentimientos que me gustaría expresar… Necesito sacarlo todo fuera, expulsar cada una de las críticas, excusas, prejuicios, opiniones y exigencias que me he creado; quiero sacarlas fuera, enviarlas bien lejos. Al universo le pido que me de fuerza. Le pido bien fuerte que me de energía y coraje para estás dos semanas duras que me esperan. Le pido valor y confianza para pedir ayuda. Le pido fuerza para creer en mí.
Al universo le doy gracias por rodearme de personas hermosas con un talento increíble. Al universo le doy gracias por proporcionarme las herramientas y las creencias que en estos momentos necesito; le doy gracias por tener espacios como este, por poder sentirme y por querer aprender de mis experiencias. Al universo le doy gracias por haberme llevado hasta mi madre, por haberme juntado con mis hermanos y mi padre. Le doy gracias por haberme cruzado con Ari y Carlota, por haber conocido a Lucia y Júlia. Al universo le doy gracias por entrenar al mejor equipo del mundo junto a una persona maravillosa, Anna. Al universo doy gracias por haberme enamorado, por sentir mariposas en el estómago cuando él me mira, por sanar heridas que hacía tiempo que sangraban. Al universo le doy gracias por David, Ferrán, Guillem y Luca quienes con su mera presencia me sacan una sonrisa. Al universo doy gracias por Lluís, Nina, Neus, Mar, Aina, Anna, Mariona, Anna, Cláudia, Pablo… y todas aquellas hermosas personas que están creciendo junto a mí. Por todas ellas doy gracias así como también doy gracias por mí. Tengo muchísimos que aprender, pero también es mucho lo ya aprendido.
Y, a todos vosotros, unos pocos que leéis mis pensamientos desordenados, muchas gracias por dedicarme vuestro tiempo, muchísimas gracias por hacerme sentir acompañada.
Un beso enorme y dulces sueños.
Ana
Interesante
¡Buenas! ¿En qué sentido?
Porque haces reflexionar en ese momento del día en que te detienes y piensas en tus dudas y en tus decepciones y te haces preguntas sin una respuesta clara…
Espero que las reflexiones sean constructivas… sino pueden producir dolor de cabeza.
Gracias por tu comentario, me hace sentir más comprendida
GRACIAS A TI LAS REFLEXIONES SON CONSTRUCTIVAS. UN SALUDO Y BUEN FIN DE SEMANA