Tengo miedo a la eterna incertidumbre;
al preciado saber petulante,
al conjososo sabor de mis sueños.
Tengo miedo a la rasposa soledad tediosa;
al deseo inalcanzable,
al olor de mis pudores.
Tengo miedo al suicidio de mi alma;
al despojo de mis fantasías,
al sonido de mis ansías.
Tengo miedo al color de mis mentiras;
al deseo construido,
a saber que hay un final.
Miedo, eres aquel que invade mi alcázar,
irrumpe en la sala,
escapa.
Destilas mi alma con tus suaves caricias,
obligas mi ser.
Miedo, sin voz ni derecho,
impides la luz atravesar mis paredes,
enciendes el cáliz rosado;
destellas.
Obnubilas mi amor y saber.
MUY BUENO