Duerme y sueña.

En la quietud de la noche los grillos la observan.

La luna en el cielo brilla

y los duendes, tímidamente, se acercan.

Su rostro sonríe,

una lágrima por un ojo se asoma;

son los sueños que la hacen llorar

pues es dormida que la mente brilla por su autenticidad.

Son historias las que esconden esas lágrimas:

historias de amor. Y el amor hay veces que duele.

Ella lo sabe bien.

Trató de evitarlo, probó de olvidarlo

mas todo fue en vano.

Primero los nervios la inundaron,

luego la esperanza la invadió.

Contaba entonces los días para verle,

sin darse cuenta, le robó el corazón.

Quiso recuperarlo,

lucho contra el amor y perdió.

Ahora duerme y dormida sueña

en el día en que lo conoció.

Mas después de meses y besos los recuerdos

se mezclan, unos con otros, sin orden

ni lógica, en el corazón.

Ella cree recordar que fue dulce,

que su sonrisa su aliento se llevó.

Ella quiere creer que fue fuerte,

que ante todo ocultó su dolor.

Ahora duerme y sueña,

sabe que cuando se marche llorará.

Mas no son las lágrimas sino el silencio

el que la asusta. Cuando has querido

y te han querido, sabes que no hay

nada mejor.

En sueños reflexiona, quiere pensar que va a estar bien.

Sabe que si se quiere a sí misma,

luego, después de un tiempo, va a estar bien.

Mejor. Seguramente.

Ana Somriures

Ann Rubio Creació, Poesia ,

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