La muerte silenciosa,
por el camino se acerca.
Busca el destino
del buen prisionero.
Las ramas tiritan,
bajo su andar frío
el cielo enmudece
cuando al final llega.
Es muy sencilla
sin flores, sin vida,
perfecta para el niño
que cuenta sus días.
Sin alas ni viento
el cuerpo se estrella,
es el único destino
del buen prisionero.