Me propones que me atreva,
a jugar a que yo pongo
la verdad sobre la mesa,
y te cuente a que me expongo.
Me animas a que un día
ante la duda o la certeza
de saber si es solo mía
levante, en alto, la cabeza.
Me dices que no es cierto
que a caminar se aprende:
es caída, quizá un tropiezo,
aquello que te hace más fuerte.
Tantos consejos sin mensaje,
son mensaje vacío aquel que cuentas
y esque al vivir bién sin vendaje
eres feliz viviendo a tientas.