Muchos días me he levantado a las cinco por la mañana y he andado sin parar hasta la hora de desayunar. He llorado, he reido y he sentido. He parado y he seguido. He buscado y he encontrado. He aprendido el valor de un sacrificio, cuanto importa y cuanto cuesta. Un minuto, una hora, un segundo o toda la eternidad. Pero siempre presente en mi. Al andar durante horas sin mas compañia que los que te quieren. Solo sin nadie que te juzgue ni a nadie a quin poder juzgar. Un respiro.
Todo puede significar muchas cosas pero lo que tengo claro esque todo es nada, y nada es todo. Como mucho es poco y poco es mucho. El camino me ha ayudado a descubrir, a saber que necesitats y a valoralo. A pedir lo justo y no demasiado. A repartir amor, fuerza y voluntad. A crecer, a esforzarme y a quererme a mi misma por encima de todo lo demás.
Un camino, una mochila y una flecha,
tu voluntad y tu esfuerzo,
es todo lo que necesitas para ser feliz…