¿Celosa? Puede. ¿Dispuesta a mejorar mi forma de ser? Si. Pues entonces, ¿qué falla?
¿Nunca te ha pasado? ¿Esta situación te suena?
A mí me sucede cada vez más a menudo y, aunque me esfuerzo por cambiar, siento que estoy retrocediendo. Para superar estos percances he elaborado una lista, espero que os sirva.
5 maneras de relajarte cuando estás indignado.
1. Sonríe aunque no te apetezca nada, hace que te relajes.
2. Piensa o tatararea una canción y aprovecha la mínima ocasión para escabullirte del lugar incómodo para escuchar un ratito de música y calmarte. Cantar, bailar, gritar la letra a viva voz relaja y, como los demás te oyen, se tranquilizan también y el ambiente se estabiliza. Una vez tranquil@, vuelve siempre a integrarte en el grupo de gente para no sentirte excluido, se natural y acepta que no eres perfect@.
3. Piensa en lo guap@ que estás con ese vestido o esos pantalones, que vida más guay que tienes y que pasada es ser tú. No lo exteriorices, limítate a soñar despierto para recordarte que tú vales mucho, no te olvides de pensar también que los demás son como tú y que también importan.
4. Haz una lista mental de las 10 cosas que odias de la persona o personas que tienes delante y que te provoca un conflicto. Cuando acabes piensa 5 que te gustan de ella o ellas. Luego dale un abrazo o un beso o haz algo cariñoso y cuando acabes piensa en otras 5 cosas buenas.
5. Imagina un lugar en el que te gustaría estar y pregúntale a quien te esté provocando si le acompañarías a visitarlo, eso hará que se descoloque y cambie de tema y si es listo, te ayudará a pensar en otros lugares más. Acuérdate siempre de escuchar su opinión, sino, no habrá servido de nada.
Pd: La primera vez que lo intentas no sale, en la segunda te sientes inútil pero a partir de entonces todo fluye.