Inspirar, expirar, inspirar, expirar… Es un buen truco, aunque lo he de practicar más. Esta mañana lo he utilizado, me ha ido bien, me he tranquilizado.

Estábamos en la piscina, habíamos quedado para hacer un trabajo. Yo, había tenido una noche mala y  he ido con la esperanza de poder relajarme. Nada ha ido como esperaba, mi padre y mi hermano no han parado de fastidiarme todo el camino, hemos llegado tarde y el video que teníamos que hacer se nos ha borrado. ¡Vaya mañana! Ha sido todo muy desagradable pero por suerte no he llegado al estado de ira que me vuelve loca. He sabido pararlo. Me sentado en una tumbona a la sombra y me he olvidado de todo lo que me rodeaba. Mis compañeras, mi amiga que hoy me odiaba, el estrés, las miradas, todo. He desconectado y me he puesto a respirar. Ha funcionado, a poco a poco he ido calmándome y adaptando mi orgullo a mi situación. He sido capaz de continuar adelante y al final he disfrutado un montón. ¡He vuelto a casa con la cara pintada de payaso! Que desenlace más inesperado.

Supongo que os debéis preguntar porque os he contado esta pequeña historia. Yo lo he hecho y he llegado a esta conclusión. Me he emocionado porque una cosa en la que no creía funciona y que muchas veces tenemos la solución dentro nuestro y podemos hallar la manera de encontrarla. La respiración es un camino pero no el único y cada uno ha de encontrar el suyo.

Os deseo suerte…

pd: mirar este video que es la clave de todo.

http://www.upsocl.com/comunidad/solo-respira-el-original-cortometraje-que-ayuda-a-los-niños-a-lidia-con-las-emociones/

 

 

Ann Rubio Dia a dia ,

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