Las orugas son feas, muy feas. Tienen la piel blanca y el cuerpo arrugado. Solo comen, se reproducen y duermen, tienen una vida de lo mas aburrida. Y a pesar de todo, los humanos las observamos.
Nos gusta su manera de ser, es fácil y simple y por eso las admiramos. Aunque la verdadera razón es el cambio. Las orugas cambian, se convierten en mariposas. Las mariposas son bonitas, a todos nos gustan.
Se transforman completamente, ¿nosotros lo haremos algún día? Ojala así fuera, un cambio excepcional, que nos permita ser libres, mejores.
Esperémoslo….