Si estuviera bien de la cabeza, posiblemente no hubiese acabado aquí. Mi vida es un completo caos desde que ocurrió aquello. Todo se acabó para mí.

Me llamo Penélope, mis padres me condenaron cuando nací. Tengo 25 años, vivo en Pensilvania y he sufrido varios acosos y bullyings. ¿A que no adivináis porque? Soy especial, en parte, gracias a dos personas que me pusieron un nombre absurdo, el blanco perfecto. Lo fue cuando se dedicaron a llamarme Pene y también cuando me mude a Pensilvania.

Por suerte mi trauma se acabó. Me enamoré de un chico perfecto, crecí y fui feliz. Pero por poco tiempo, se ve. El mes pasado fui a visitar a unas amigas. Estaba muy contenta y con muchas ganas de ver-las. Cogí el avión en cuanto recibí su invitación. Al llegar me esperaban en el aeropuerto, seguían igual de hermosas. Las dos vivían juntas en un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Estaban acabando el último año de carrera y las dos eran felices. Yo también porque estaba con ellas.

Seguro que os debe parecer muy extraño que chimpancés como nosotras hagamos cosas como los humanos. Pero es normal, el mundo ha cambiado mucho y ahora los chimpancés somos, sentimos, y vivimos igual que los humanos.

Como decía, esas iban a ser las vacaciones de mi vida. Tenía pensado visitar Nueva York, ir de compras y pasarlo genial. Pero parece que nada me sale bien y mis amigas, las personas en las que más confío me traicionaron. Uno de esos días salí de su casa muy contenta, ese día las iba a recoger a la universidad y les había preparado un sorpresa. Pero ellas tenían otros planes para mí y me lo demostraron. Saben que mi instinto animal sale a la luz cada vez que veo a Harry. Un orangután que me hizo mucho daño.

Al llegar a la universidad mis amigas me estaban esperando. No sé qué pensaban ni que opinaban y no llegaré a entender nunca porque lo hicieron. Desataron mi furia allá en medio, primero diciéndome que Harry las había acosado. Yo me enfadé muchísimo, y fui a buscarlo. Cuando lo encontré se estaba morreando con una de mis amigas. ¡Traidoras! Perdí el control, herí a Harry y destruí un par de cosas que había por allí.

Y de golpe ahí estaban la poli y los del centro. Parecía que habían salido de la esquina. Y así era, lo tenían todo preparado. Se me llevaron a un centro, donde estoy ahora. Tengo mi habitación y un montón de lujos. Pero no soy libre, me vigilan y me he quedado sin amigas. Mi gran amor es el único que me visita aunque sospecho que ya no va a volver más. Seguro que se monta otra vida mejor.

Les deseo a todos lo mejor porque puede que sea violenta o que este loca. Pero de rabia y venganza no tengo ni ganas, algún día llegaré a ser feliz. O eso espero….

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