Todo ocurrió así, de repente, sin que nadie se lo esperara. En un día cualquiera, normal, pero que cambio mi vida para siempre.

Ese mismo día por la mañana me levante sintiendo que algo iba mal, una fuerza invisible me arrastraba hacia la cama. No quería que yo saliera de casa, y tenía razón, porque si hubiese hecho caso a mis impulsos no me encontraría en esta situación.

Como decía desayuné y me fuí andando al colegio. Alli me esperaba mi mejor amigo Pablo. Los dos juntos entramos en clase y nos sentamos, en nuestro sitio favorito, al lado de la ventana. Yo le conté mis temores, pero antes de que pudiera responderme, es decir reírse de mi, entro el profesor.

Toda la clase guardo silencio y el profesor, como cada día, preguntó la lección. Más relajado después de un par de clases me fuí a comer con mis amigos. Disfruté del día más o menos pero esa sensación estaba ahí, y no se iba. Ese día era especial, era el día.

Supongo que pensaréis que estoy loco, que lo que digo es una tontería. ¡¡Pero yo también lo creí y puff!! Toda mi vida cambio de la noche a la mañana.

Ann Rubio Narrativa, Relatos en Español , ,

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