Si las raíces pudieran fuertes,
profundas para los valientes,
entrelazadas bailando un vals,
despertar en primavera.
Si el color del mar y el cielo,
transparentes sentimientos,
lograrán cumplir sus sueños
de unirse en armonía.
Si las horas no existieran
y sólo estuviéramos tu y yo solos,
como aquél que reencuentra un ser querido
te amaría feliz en primavera.